lunes, 3 de marzo de 2008

ELLECCIONES EN ESPAÑA: Zapatero y Rajoy cruzaron duras acusaciones en el primer debate.

El socialista jefe del Gobierno José Luis Rodríguez y su rival conservador, Mariano Rajoy, se lanzaron esta noche duros reproches en el primer debate televisivo de cara a las elecciones españolas del 9 de marzo.

En un escenario decorado en gris metalizado, sentados frente a frente en una mesa sin adornos, con el veterano periodista Manuel Campo Vidal como moderador, los dos dirigentes siguieron el pactado y férreo guión del debate estructurado en torno a cinco grandes temas.

Rajoy, al que correspondió por sorteo abrir el duelo, afirmó que ningún gobernante en la historia de España sembró tanta "cizaña" y "tensión" como Zapatero. La respuesta del líder socialista no tardó en llegar: acusó a su contrincante de "insultar" y "crispar", así como de limitarse a hacer una política de confrontación.

El líder del Partido Popular (PP) criticó duramente la política económica e inmigratoria del gobierno socialista, al afirmar que España vive una "avalancha" de extranjeros. "Se necesita orden y control", explicó.

Zapatero, en su réplica, dijo que su gobierno dio derechos a los inmigrantes ilegales que heredó del anterior Ejecutivo del PP, al tiempo que acusó al partido de Rajoy de "no haber hecho nunca nada para la integración de los extranjeros que residen en el país".

En otro de los grandes temas de debate, la lucha contra el terrorismo, Rajoy acusó al presidente del Gobierno de haber fortalecido al grupo armado vasco ETA con su proceso de paz. Al respecto, Zapatero cuestionó al PP por su falta de apoyo a la política antiterrorista: "Fue inmoral", lanzó.

Además, el jefe del Gobierno recriminó al PP por haber mentido respecto a los atentados islamistas del 11 de marzo de 2004 en Madrid, que causaron 191 muertos y más de 1.800 heridos, al atribuirlos inicialmente a ETA.

El debate fue seguido con suma atención por millones de españoles. En la Argentina, en tanto, fue retransmitido en las sedes locales del PSOE y del PP.

MORATINOS DESTACA QUE NI ESPAÑA NI LA UE RECONOCEN A KOSOVO

El ministro español de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ha destacado hoy que España no reconoce el nuevo Estado de Kosovo y la Unión Europea "tampoco", según el texto de conclusiones aprobado por los Veintisiete, que ha salido adelante gracias al "consenso de mínimos" logrado a iniciativa española.
Moratinos ha defendido que la posición adoptada --que ha permitido el acuerdo tanto de los socios favorables al proceso como de los que creen, como España, que es contrario a la legalidad internacional-- es "un triunfo del multilateralismo" frente a las "decisiones de cuatro o cinco", en referencia a los grandes países europeos, que ya han anunciado el reconocimiento del nuevo Estado.
A juicio del ministro, "no es contradictorio" que España rechace la existencia del nuevo Estado de Kosovo y al mismo tiempo mantenga su participación en operaciones de paz y seguridad en el territorio.
Moratinos ya había confirmado esta mañana en Bruselas que España no iba a reconocer el "acto unilateral" de la proclamación este domingo de la independencia de Kosovo.
El ministro ha comparado la división internacional ante esta secesión con la que causó la guerra de Irak. "El Gobierno español siempre ha defendido el respeto a la legalidad internacional: lo defendió cuando decidió retirar sus tropas de Irak y lo defiende ahora cuando se trata de una secesión de Estado", ha insistido antes del Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea.
Rechazo de Serbia y Rusia
A juicio del Ejecutivo español, la independencia se podría reconocer en caso de acuerdo con el Gobierno serbio, que rechaza este proceso de secesión, o de decisión favorable del Consejo de Seguridad de la ONU, en el que Rusia ejerce su veto al expediente de la independencia kosovar.
Moratinos ha afirmado que en este caso "se ha dado todo lo contrario", ya que ha generado "la división de la comunidad internacional". El ministro vaticina que "habrá consecuencias" que no serán "las más beneficiosas". En este sentido, ha recordado que los países europeos que están en contra de la secesión son "los más cercanos a los Balcanes occidentales", en referencia a Rumanía, Grecia, Eslovaquia y Chipre.
La situación de Catalunya y Euskadi
Sobre la posición española, un país alejado de esa región, Moratinos ha insistido en que se trata de una cuestión de respeto a la legalidad internacional, y no ha querido relacionarlo con los nacionalismos catalán y vasco. "No se puede comparar en absoluto la situación constitucional política y jurídica española con lo que ocurre en los Balcanes", ha dicho.